LA OPORTUNIDAD PALPITA EN NUESTRAS MANOS
Argentina, nuestro hogar, se encuentra frente a una oportunidad de las que se presentan excepcionalmente en la vida de las naciones.
El mundo, como hoy puede apreciar cualquiera, ha arribado a una crisis que podríamos calificar de terminal, lo que no significa el final de la humanidad ni mucho menos de la Argentina. Es el fin de un modelo de ordenamiento político, económico y social.
Nuestra nación ha sido particularmente preparada para este momento cuando era aún lejano e imprevisible para el mundo. Este fin de acto en el que acaba la civilización del materialismo incrédulo, en sus dos vertientes, nos fue anunciado, precisamente por el General Perón.
De nosotros depende tomarla y marchar hacia nuestro destino o dejarla pasar y hundirnos en el oscuro océano en el que se diluyen innominados los destinos que pudieron ser pero que no encontraron protagonistas a la altura de las circunstancias. El camino y el método es el diálogo que siempre incluye la actitud de escuchar al otro para buscar en común la mejor resolución posible. Juntos y solidariamente – y solo de esta manera – podremos hacer de esta oportunidad que se nos ofrece el camino de una Argentina grande y justa donde cada problema encuentre una solución auténtica, que nos convoque al entusiasmo y a la realización.
Hemos tenido la Gracia, que la Providencia nos otorgara a los argentinos, de vislumbrar lo que, en aquel momento, estaba en el futuro y prefigurar soluciones a los problemas que se nos plantearían y que hoy vivimos, de la mano de Juan y Eva Perón.
De esta manera, con este espíritu recordamos un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de la Sra. Eva Duarte de Perón, comando táctico absolutamente leal a la conducción superior del Gral. Perón, a su estrategia y a los propósitos generales del Movimiento Nacional.
Evita conducía tácticamente en el terreno de operaciones, a la organización de la mujer desde el Partido Peronista Femenino y a la Fundación Eva Perón, que es en este periodo, nada menos que el máximo organismo no gubernamental, de ejecución de la justicia social para el pueblo y nos escribía en su columna del diario “Democracia” con el título de: PORQUE SOY PERONISTA
“El peronismo no se aprende ni se proclama, se comprende y se siente, ha dicho Perón.
Por eso es convicción y es fe. Es convicción porque nace y se nutre en el análisis de los hechos, en la razón de sus causas y de sus consecuencias. Tiene el empuje y la dinámica de la historia en marcha. Es la conciencia hecha justicia que reclama la humanidad de nuestros días. Es trabajo, es sacrificio y es amor, amor al prójimo. Es la fe popular hecha partido en torno a una causa de esperanza que faltaba en la Patria y que hoy proclama el pueblo en mil voces distintas en procura de una libertad efectiva nunca alcanzada, a pesar del dolor y del esfuerzo de este glorioso pueblo de descamisados.”
. . .
“En la lucha todos tenemos un puesto y esta es una lucha abierta por el ser o no ser de la Argentina. Luchamos por la independencia y la soberanía de la Patria, por la dignidad de nuestros hijos y de nuestros padres, por el honor de una bandera y por la felicidad de un pueblo escarnecido y sacrificado en aras de una avaricia y un egoísmo que no nos han traído sino dolores y luchas estériles y destructivas.” Si el pueblo fuera feliz y la Patria grande, ser peronista sería un derecho; en nuestros días, ser peronista es un deber. Por eso soy peronista.”
“Soy peronista, entonces, por conciencia nacional, por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud a mi pueblo, vivificado y actuante otra vez por el renacimiento de sus valores espirituales y la capacidad realizadora de su jefe: el general Perón. Mi dignidad de argentina y mi conciencia de ciudadana se sublevó ante una patria vendida, vilipendiada, mendicante ante los mercaderes del templo de las soberanías y entregada,…gobierno tras gobierno, a los apetitos foráneos del capitalismo sin patria y sin bandera.”
. . .
“Soy peronista porque veo al general Perón levantarse al amanecer y agotar su salud en interminables jornadas para proveer al bienestar de su pueblo; soy peronista porque gradúo con su fatiga la felicidad de su espíritu por llevar alegría y dignidad a los trabajadores argentinos; soy peronista porque me ha sido concedida la felicidad de compartir sus luchas, de sufrir sus olores de vivir sus alegrías y de alimentar sus esperanzas, en un futuro mejor para todos los que trabajan y para todos los desvalidos, de quienes nadie se acordó hasta que él llamó al pueblo a la realidad de nuestra patria. Soy peronista, en fin, por convicción y por sentimiento, por confianza en la bondad y en los esfuerzos de los descamisados, en esta lucha por la total independencia económica de la Patria, por nuestra completa liberación y por nuestra absoluta y limpia soberanía.”
“Este peronismo mío se ha retemplado en la lucha, se alimenta de ella y se afirma en la fe. Tiene la fuerza incontenible de las causas justas. Se ha forjado en la dignificación del trabajo, en la humanización del capital, en la protección al desvalido, en la prodigiosa multiplicación de escuelas y hospitales, en la potencialidad de las fábricas levantadas por la Revolución, en las mejoras al obrero del campo. Este peronismo mío se ha forjado y se afirma en este mismo lenguaje, que uso para definirlo, que es lenguaje de pueblo y que choca y desagrada a los que usan el lenguaje de la mentira coligada. En este mismo lenguaje, como lo hago ahora, seguiré hablando a los descamisados de mi patria…”
Villa María, 26 de Julio de 2011
Agrupación Juan Domingo Perón
Coordinación General

No hay comentarios:
Publicar un comentario